“Hago un llamado a Europa para que ayude a los países de Asia, a mi país, Pakistán, en materia de educación y de desarrollo”, declaró la adolescente.
“Los niños no quieren un iPhone o una Xbox, sólo quieren un libro y un lápiz”, concluyó la joven.
“El Premio Sájarov recompensa el gran coraje y el profundo compromiso para la libertad de conciencia. Como los anteriores galardonados, Malala demuestra esas calidades”, dijo Martin Shulz añadiendo que “con sólo 16 años, es la voz de millones de niños y adolescentes privados de educación”.
Hace un año todos nuestros niños y niñas conocieron a Malala y le hicieron un regalo simbólico: cada uno le regaló algo que le gustaba de nuestro colegio.
Malala sobrevivió milagrosamente a un disparo a quemarropa en la cabeza de un comando talibán el 9 de octubre de 2012 en Mingora (en el valle de Swat, norte de Pakistán). Malala solo quería una cosa: ASISTIR A LA ESCUELA.
A ella dedicamos el 25 de noviembre pasado Día Internacional Contra la Violencia de la Mujer.
Le damos nuestra enhorabuena recordando el trabajo realizado el pasado curso.
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